SUPERA TUS LÍMITES. CAPÍTULO X


 

SUPERA TUS LÍMITES

 

 

Todos queremos y merecemos una vida llena de alegría y plenitud, pero a menudo nos vemos frenados por una cosa u otra, sobre todo por miedos que se presentan como una emoción poderosa, que nos dificulta probar cosas nuevas o asumir riesgos. Pero aunque el miedo nos impida perseguir nuestros sueños, hay formas de superar los temores que nos frenan en la vida, si nos esforzamos por hacerlo. Con valor y determinación, todo es posible.
 
 
 
En los capítulos anteriores hemos hablado de algunos de los miedos más comunes que enfrenta la humanidad, que destrozan las mentes e impiden vivir en libertad y abundancia. En este último capítulo hablaremos de cómo identificarlos y empezar a tomar medidas para vencerlos.

 

 

Vivir sin miedo no es fácil: la vida está llena de incertidumbre y a muchos de nosotros nos cuesta afrontarla a nuestra manera. Pero hay formas de empezar a trascender estos miedos y construir más confianza, para que pueda dejar de preocuparse por cosas que no merecen que le entregues tu energía.

 

 

 


Existen muchas estrategias sencillas que le ayudarán a afrontar mejor las incógnitas de la vida, independientemente de lo que se le presente. Profundicemos en cómo podemos superar esos miedos que en su mayoría son creencias instaladas en el subconsciente, por lo tanto, no nos damos cuenta de que están ahí al acecho, esperando el momento que nos distraigamos para atacar ferozmente. 

 

 

Todos experimentamos miedo en la vida; es una parte real de la condición humana. Pero, hay que saber reconocer cuando un miedo es real y cuando es irreal, es decir: el miedo irreal solo existe en tu mente, ese es el miedo que se te programó desde niño.

 

 

El mundo que vives es conforme a tus creencias y percepción de la vida, y tus creencias de miedo son consecuencia del mundo en el que creciste, sin embargo, ya es hora de hacerte responsable de ti mismo y cambiar esos patrones mentales de miedo, ellos están ahí porque eso fue lo que recibiste y continúas recibiendo del entorno, y la mente no va a cambiar nada por si sola, esa tarea te toca a ti. Ya eres grande y sabes discernir, tu mente ya no es la de aquel niño que aceptaba todo sin cuestionar.

 

 

Ya no vas a ver el miedo como algo que hay que evitar o esconder, por el contrario, hay que esforzarse por reconocerlo como lo que es: una oportunidad de cambio que te conducirá a reconocer tu poderío interior. El miedo puede ayudarnos a ser más conscientes y animarnos a dar los pasos necesarios hacia el cambio y el crecimiento. Con esta mentalidad, puedes convertir los miedos en percepciones que te servirán para tomar buenas decisiones y obtener resultados positivos a largo plazo.

 

 

La influencia que existe en la sociedad sobre la mente del ser humano es muy fuerte, y aprender a hacerte responsable de ti mismo será una tarea que llevará un tiempo dominarla, pero si tu deseo de cambio es lo que más deseas, lo vas a lograr sin duda alguna. Tu mente es más poderosa que cualquier fuerza externa, cualquiera puede transformar sus miedos en poderosas oportunidades, así como fueron instalados, pueden ser desinstalados con prácticas y cambios de hábitos constantes.

 

 

Desde el nacimiento todo ser humano es libre, y dispone de las herramientas y recursos que lo hacen merecedor de disfrutar la abundancia y riqueza que la Madre Tierra pone a la disposición, para todas y cada una de sus criaturas. Cuando logras trascender las creencias limitantes y los miedos impuestos que inhiben tu poder creativo, entonces es cuando afloran creencias potenciadoras que expanden la mente, y tu forma de ver la vida cambia. Serás libre.

 

 

La ley de la atracción dice que todo lo que piensas lo atraes a tu vida, entonces la esencia está en las creencias que dirigen tus pensamientos, por lo tanto, hay que escudriñar minuciosamente las creencias que están creando los pensamientos negativos, y luego reprogramar la mente con nuevas creencias, para redirigir tus pensamientos a enfocarse en lo positivo y por consiguiente que atraigas lo mejor para ti.

 

 

Suena sencillo, y lo es, solo que necesitas ser paciente contigo para guiarte constantemente hacia lo nuevo, y muy perseverante, porque esto te va a tomar un tiempo, pero no hay ninguna prisa; el cambio no lo consigues de la noche a la mañana, la mente necesita repeticiones para grabar en el subconsciente las nuevas creencias, vas a crear nuevos hábitos en el proceso. Recuerda que estás creando un nuevo yo, un yo libre, sin ataduras ni miedos mentales. 

Probablemente, creas que las emociones que nacen del miedo, como la ira, odio, envidia, venganza, etc., así como la alegría, bondad, gratitud y toda emoción que nace del amor, son cosas que te suceden y tú no tienes control sobre ninguna de ellas, porque cuando se disparan solo las aceptas y las dejas tomar velocidad, y entre más te enfocas en una emoción, ya sea negativa o positiva, más fuerza y poder adquiere.

 

 

Cuando sientes que no tienes el control de tu mente, puede ser un reto enfrentar tus pensamientos y emociones, y tu mente puede divagar sin una dirección definida, esto puede llevarte a sentir ansiedad, falta de enfoque y te puede producir una fuerte emoción negativa, entrar en un estado de dolor, pena y hasta depresivo, quedándote en ese estado hasta que algo diferente ocurra afuera para poder sentirse bien.

 

 

Todo eso se acaba, en el momento que reconozcas que estás en esa situación por obedecer a tus pensamientos sin control. Cuando aceptas la verdad de quien eres y de tu poder interior, te haces capaz de tomar el control de tu mente, con la práctica y dando un paso a la vez, empiezas a confiar en tu capacidad de cambiar y manejar a tu gusto casi instantáneamente cualquier emoción negativa, así mismo sabrás elegir cómo sentirte en cada situación. Aprendes a ponerle creatividad a la vida y darle enfoque a lo que es agradable para ti, y a todo aquello que te sirve para vivir cada día mejor. Te conviertes en un pensador deliberado, en otras palabras, aprendes a escoger los pensamientos que están a tú a favor.

 


 

No es posible controlar todas las situaciones externas, pero sí es posible controlar tu propia mente, tener fe en lo que haces, vivir en el presente y no atormentarse continuamente por lo que puede ocurrir en el futuro, es todo lo que se necesita para acabar con los patrones de miedo y encaminarse hacia la libertad espiritual y personal.

 

 

Siempre ten muy presente que cada vez que un pensamiento de miedo se aparezca, puedes tomarte el tiempo para observarlo y encontrar de dónde viene ese miedo, esto hace que la creencia que hay detrás pierda fuerza, y conscientemente decides pensar algo agradable, o simplemente empiezas a entrenar tu mente para que entre en estados de silencio cuando tú lo decidas, el silencio es relajante y tiene mucho poder. Ya no serás un seguidor zombi del miedo moviéndose hacia donde le indican las circunstancias, sino que te moverás hacia la dirección que tú decidas, porque traspasaste las barreras del miedo.

 

 

 

Entrena como te entrenaron de niño, y verás los increíbles cambios que puedes alcanzar, te convertirás en una persona segura de ti mismo que camina por la vida, tomando cada experiencia para crecer en el camino, sin lamentaciones ni juicios. Te mejorarás a ti mismo continuamente, dejando atrás cada etapa de la vida que ya no desees, para comenzar con un nuevo y fresco amanecer.

 

 

 

Cada ser humano tiene el derecho de hacerse cargo de sí mismo y de elegir autorrealizarse, no obstante, es importante despertar la conciencia para tomar responsabilidad de las decisiones y, consecuentemente, escoger con inteligencia las creencias y los pensamientos en los que deseas enfocarte, porque de ellos se originan las experiencias que vives cada día. Así mismo, cada persona tiene el libre albedrío de ser y hacer lo que prefiere, se trata de tu propia vida; haz con ella lo que tú prefieras, y si decides vivir libre de miedos y sin ataduras, experimentarás cada aventura de tu vida a plenitud y rebosante de felicidad. Después de todo, el deseo de la mayoría de las personas es ser feliz en este breve momento que llamamos vida. 

 

 

 

“Enfréntate a tus obstáculos y haz algo al respecto. Descubrirás que no tienen ni la mitad de la fuerza que crees que tienen”.

Norman Vincent Peale

 

 

 

 

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