SUPERA TUS LÍMITES. CAPÍTULO V

 CRÍTICA HACIA UNO MISMO

 

 

¿Te sientes autocrítico? No eres el único. Puede ser muy fácil caer en la trampa de ser nuestros críticos más duros, sin darnos cuenta de que dejarnos consumir por el pensamiento destructivo no nos sirve de nada positivo, por el contrario, la autocrítica negativa puede obstaculizar el crecimiento personal y espiritual, y tiene un impacto real en cómo nos vemos a nosotros mismos y definimos nuestra vida.

 

 

 

La crítica es otro miedo humano de los tantos que hemos adquirido a lo largo de la vida, podríamos decir, criticar no está mal, si lo hacemos de forma positiva de manera que ayude al crecimiento y evolución personal, eso sería si se hicieran críticas constructivas hacia uno mismo y los demás; sin embargo, la crítica que se practica con mayor frecuencia es la destructiva, esta es la que hace daño, porque busca desmerecer tu acción o la de quien críticas.

 

 

Criticar es un mal hábito que traes al presente. Cuando ya el momento se ha ido, comienza la mente a criticar lo que dije y a traer pensamientos de lo que podría haber dicho, sin embargo, no importa cuántos pensamientos y conversaciones pongas en la mente, no cambiará los hechos, solo busca denigrar lo que hiciste o dijiste. Si observas, la crítica siempre se refiere al pasado, es absurdo perder preciosos momentos del presente para autocriticarse o criticar a otros. La persona que critica busca desesperadamente que se le preste atención o reconocimiento, es alguien inseguro de sí mismo.

 

 

Cuando criticas a otros o a ti mismo constantemente, es tu ser hablando de ti, estás expresando esa parte que está lastimada, triste y enojada, que se formó de la crítica que recibiste de niño, pierdes el amor propio y aprendes a ver los errores como tus imperfecciones y a enfocarte en lo que estás haciendo mal, hacer esto solo te genera inseguridades y te impide desempeñarte bien o mejor de lo que podrías hacerlo. 

 

 

La crítica hacia ti mismo es una forma de rechazar lo que haces bien y eso significa que valoras más tus fracasos que tus éxitos, así mismo lo harás para los demás, porque es lo que estás acostumbrado hacer.

 

 

Para cambiar este dañino patrón es importante darse cuenta de lo que te dices a ti mismo en momentos en los que algo de lo que hiciste no te agrada o no te da el resultado que deseabas, es momento para observar y comenzar a resaltar las cosas que si salieron bien en el proceso de lo que hiciste e ir a tu interior a reconocer tu valía, este es un momento muy importante para anclar creencias que te confieren dominio propio, y nuevos patrones que te hagan creer en ti mismo, sentirte útil, capaz y poderoso y sobre todo, saber que sin importar lo que hagas o digas, todo lo puedes cambiar para mejorarte a ti mismo, sin reproches y con amor.

 

 

 

Cada vez que hagas cualquier cosa que salga bien por pequeña e insignificante que te parezca, celébrela, felicítate y trátate como tratarías a un niño cuando le celebras o lo elogias por algo bueno, esta actitud es una muestra de amor hacia ti mismo, la que perdiste de niño. Observa y reconoce lo que haces bien, en poco tiempo esto te revelará grandes potenciales que existen en ti y que no conocías, porque aprendiste a enfocarte en lo negativo. 

 

 

El amor propio es una fuerza muy poderosa que llevas contigo, reconócela para que se manifieste, siéntela, nútrela en todo momento y aprenderás a amarte y aceptarte tal como eres ahora, el amor que sientes por ti lo irradiarás hacia otras personas, con tu equilibrio, paz y alegría harás que tus días tengan mayor sentido y vivirás mucho mejor.

 

 

Una persona que se ama a sí misma es segura, no siente placer en criticar ni juzgar a otros, es independiente, amorosa, no se cree menos ni más que nadie, porque reconoce su valor, y sabe que dentro de su ser tiene todo lo que necesita. Está constantemente creando pensamientos que le producen gran placer. Intenta permanecer presente donde quiera que estés, y antes de criticar, detente y busca algo bueno en ti o en los demás, siempre encontrarás cosas buenas en todos.

 

 

Una buena calidad de vida es el resultado de una persona que se ama, esos sentimientos influyen de manera muy positiva en tu salud, en tu diario vivir, en tus relaciones con los demás, en los proyectos que emprendes y en tu plenitud como ser humano. Cuando te aceptas como eres y sin críticas, sigues siendo tú, con la diferencia de que tu actitud cambia, te das cuenta de que lo que haces o dices, es perfecto, porque estás en un proceso de crecimiento constante, donde existe la oportunidad de escoger de nuevo, siempre tienes la opción de cambiar o mejorar lo que no te satisface.

 

 

El amor propio es un sentimiento natural y el principio para amar a tu prójimo, si no te amas a ti mismo, siempre te sentirás desdichado y solo, aun teniendo personas a tu alrededor que te aman.

 

 

"La persona más influenciable con la que hablarás todo el día eres tú. Ten cuidado entonces acerca de lo que te dices a ti mismo". 

Zig Ziglar