Amor propio y autoestima


 ¿Qué es el amor propio y la autoestima?

El amor propio y la autoestima son conceptos importantes que nos ayudan a cuidarnos mejor para vivir mejor.  El amor propio implica reconocer y valorar nuestro valor único, mientras que la autoestima es la capacidad de sentirnos bien con nosotros mismos. Ambos pueden mejorarse mediante cambios de creencias falsas hacia nosotros mismos, actuando en concordancia con el corazón y la conexión con nuestra espiritualidad.

El amor propio y la autoestima son dos aspectos muy importantes de la vida. Pueden determinar lo feliz que eres, lo seguro que te sientes y si eres capaz de vivir una vida plena. Por desgracia, muchas personas tienen problemas de amor propio y autoestima, esto puede ser causado por varias razones, como traumas del pasado, críticas de otros hacia uno, pero sobre todo y el más importante son los pensamientos negativos sobre uno mismo. ¿Qué opinión tienes de ti mismo?

 

Falta de amor propio y baja autoestima

Si tienes problemas de amor propio o autoestima, no te preocupes, no estás solo, además hay medidas que puedes tomar para mejorar tu situación, empezar a quererte más y a aumentar tu confianza, porque cuando tienes amor propio, eres capaz de respetarte, de aceptar tus defectos, errores y limitaciones, pero también de reconocer y valorar tus fortalezas, con una alta autoestima eres capaz de sentirte bien y cómodo contigo mismo, las opiniones negativas de los demás hacia ti, dejan de tener sentido y no les presta más atención.

Si tienes baja autoestima, tendrás una imagen negativa de ti mismo y pensarás que eres menos valioso que los demás. Esto puede afectar tu vida de varias maneras, desde evitar tomar riesgos, dejar de hacer cosas que te gustaría hacer, hasta tener problemas para relacionarse con otros.

 

 Algunos consejos para tomar acción

Es importante tener un buen amor propio y una buena autoestima, para vivir una vida plena y feliz. Para mejorar tu amor propio, hay algunas cosas que puedes hacer. 

Primero, trata de ser consciente del lenguaje que usas cuando hablas de ti mismo, presta mucha atención a lo que te dices y a los diálogos en tu cabeza. ¿Son pensamientos que dan valor a tu vida, te hacen sentir bien y te brindan alegría?, obsérvalos

Intenta evitar pensamientos y palabras negativas hacia tu persona. También puedes aprender a reconocer tus fortalezas, es decir, aquellas cosas en las que eres bueno o en las que te destacas, has una lista, para que las puedas aceptar y reconocer como dones que hay en ti y te caracterizan. 

Dedicar tiempo a reflexionar sobre nuestros pensamientos y sentimientos puede ser una forma importante de conectar con las creencias espirituales. Considera la posibilidad de reservar un tiempo cada día para sentarte en silencio y reflexionar sobre lo que es importante en tu vida. Esto puede implicar escribir, meditar o simplemente sentarse consigo mismo.

Encuentra una práctica o actividad espiritual que resuene contigo, esto puede ser útil para conectar con el plano espiritual. Algunas buenas prácticas pueden ser hacer yoga, la oración o meditación, la lectura de textos que eleven tu conciencia, escuchar audios de personas que también pasaron por situaciones de baja autoestima, y ya superadas, ahora ayudan a otros a sanar y a cerrar ciclos de vida que te hicieron daño. Dedicar tiempo a estas actividades puede proporcionar una visión más clara de nuestras creencias y sentimientos, solo reconociendo lo que pensamos y sentimos, nos puede ayudar enormemente a tomar decisiones para hacer cambios contundentes.

Dedícate al autocuidado, esto es clave para mantenernos conectados con nuestra espiritualidad. Asegúrate de practicar actividades de autocuidado como comer bien, hacer ejercicio regularmente, descansar antes de cansarte, tomar pausas durante el día para hacer unas cuantas respiraciones profundas, caminar descalzo en el césped y dormir lo suficiente.

 

Conecta con la naturaleza, dedicar tiempo a conectar con el entorno natural, es también una forma poderosa de reconectar con tus creencias y sentimientos espirituales. Considera la posibilidad de dar paseos regulares por un parque o un bosque, un río o cualquier lugar natural que te llene de vitalidad. 

Recuerda que todo ser humano comete errores y tiene defectos, por lo que es importante aceptarlos y comprender que están ahí para aprender de ellos y continuar creciendo a nivel personal y espiritual. De ninguna manera es positivo creer que somos los únicos que cometemos errores y avergonzarnos por nuestros defectos, porque esa creencia genera sentimientos de frustración y de fracaso, es muy doloroso vivir la vida frustrada y sintiéndose menos que los demás, por algo que no es verdad. Eres más grandioso de lo que imaginas.

 Finalmente, puedes practicar la gratitud. Esto significa expresar agradecimiento por las cosas que tienes y las personas en tu vida. Aprende a ver el lado positivo de la vida y a ser consciente de todas las cosas buenas que suceden a tu alrededor.

 

Espero que este artículo te ayude a comprender mejor el amor propio y la autoestima, así como los consejos para mejorarlos. Recuerda que el amor propio y la autoestima son dos aspectos muy importantes de la vida, por lo que es importante cuidarlos.

Busca ayuda profesional si sientes que la necesitas. Tómalo con calma, los cambios personales requieren constancia y tiempo, pero los frutos serán maravillosos para tu vida.

 

 ¡No puedes volver atrás, así que hay que amarse a uno mismo! 

Hágase preguntas tales como: ¿Cómo me veo a mi mismo? ¿Qué amo hacer? ¿Qué suelen apreciar de mí los demás?  ¿Qué me inspira? Ten la certeza de que la respuesta a cada pregunta, será respondida en el momento indicado, para que tomes acción.


Te felicito por tomar acción, en unos meses no te reconocerás y te sentirás tan pleno con los cambios que empiezan a surgir en tu vida, vivirás mejor de seguro.



Gracias por visitar este blog, tu blog.

Deja un comentario o pregunta, te estaré respondiendo.

















 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

SUPERA TUS LÍMITES. CONCLUSIÓN

SUPERA TUS LÍMITES. CAPÍTULO III

SUPERA TUS LÍMITES. CAPÍTULO II